El retablo mayor de la iglesia de Santiago Apóstol se ejecutó entre 1703 y 1706 con trazas de Joaquín de Churriguera y aportaciones de Santiago Carnicero y fray Pedro Martínez de Cardeña, que llevaron a cabo los ensambladores Diego de Suhano y Francisco Pérez. De la escultura se encargó Tomás de Sierra, excepto la imagen del Santo titular que es obra de los Bolduque. Manuel Martínez de Estrada realizó la policromía.

Esta grandiosa obra barroca ocupa totalmente el espacio del ábside central. Consta de dos cuerpos, cinco calles y ático en forma de cascarón, claramente delimitados por columnas y frisos a pesar de su exuberancia decorativa. Cuenta con un tabernáculo de tres cuerpos con cúpula calada.

La iconografía está dedicada a la vida del apóstol Santiago el Mayor siguiendo el relato que hace Santiago de la Vorágine en la Leyenda Dorada. Obra estimada como el repertorio escultórico jacobeo más importante del barroco.

En el banco: Cristo mirando a Santiago y a Juan que están pescando con su padre, Cristo llamando a Santiago y a Juan, Cristo escogiendo a los doce apóstoles, Cristo enviando a los apóstoles a predicar.

En el primer cuerpo: en el centro, la imagen del Santo titular; y sobre él, esculturas de la Caridad y la Esperanza.  A los lados, la Transfiguración y la Oración en el huerto.

En el segundo cuerpo: en el relieve central, la Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago en Zaragoza. En el lado del Evangelio, Santiago y Juan junto a su madre que intercede por ellos ante Cristo solicitando un lugar a su lado en el Cielo; y en el lado de la Epístola, la Resurrección de la hija de Jairo. Sobre estas dos historias, dos medallones con la Conversión  y el Bautismo de Josías. Y en el banco, Santiago predicando, Santiago peregrino entrando en Jerusalén, la Conversión de Fileto, la Conversión de Hermógenes y Santiago preso ante Herodes Agripa.

En el ático: Santiago a caballo en la batalla de Clavijo, el Martirio de Santiago, el Traslado del cuerpo de Santiago, Santiago depositado en el sepulcro y los Discípulos de Santiago trasladando su cuerpo en un carro ante la reina Loba.  Rematando el cascarón un niño que sostiene un casco con tres plumas y a los lados la Fama y la Victoria.

En hornacinas en las calles laterales y sobre pedestales en el cascarón se encuentra los apóstoles en bulto redondo. Y en la puerta del sagrario, relieve de la Resurrección de Jesús.