La Iglesia de Santa María de la Asunción, Bien de Interés Cultural desde 1931, se encuentra en el centro del casco histórico, conocida por ello como de Mediavilla. Comenzó a construirse en la última década del siglo XV, haciéndose cargo de la fábrica en 1516 el maestro Gaspar de Solórzano.

Su estilo se corresponde con un gótico ya propio del Renacimiento. Tiene planta de salón, con tres naves a la misma altura, más ancha la central, y cuatro tramos separados por pilares compuestos por columnas adosadas que reciben arcos apuntados y bóvedas de crucería con terceletes y combados. En el arranque de estas, medallones de yeso con representación de profetas y sibilas, obra de Jerónimo del Corral. Los ventanales de las naves son de arco apuntado y rebajado, con mainel y tracería.

A los pies de la iglesia, en el lado del Evangelio, se encuentran el bautisterio y la sacristía concluida en 1682, obra de Felipe Berrojo y Francisco de Naveda, siguiendo trazas de Juan de Nates.

La cabecera  se cierra con un ábside poligonal, ocupado por el  retablo mayor renacentista, considerado un hito en la introducción del Romanismo en Castilla. Y a ambos lados: la capilla de  Palacios y  la capilla de los Benavente, esta última calificada como uno de los conjuntos más relevantes del Renacimiento español.

La portada principal, en el lado de la Epístola, está enmarcada entre contrafuertes, con puerta de arco escarzano y arquivoltas apuntadas que terminan en arco conopial con decoración cardinal, en el tímpano imagen de la Virgen en bulto redondo, y a los lados columnas rematas con pináculos. En la parte superior dos cuerpos de arquerías ciegas, el superior con almohadillado sobre el que aparecen los escudos de la villa y del Almirante de Castilla.

La portada del lado del Evangelio tiene arco carpanel y arquivoltas lisas, excepto la central con decoración geométrica, que descansan sobre columnillas.

La tercera portada, gótica, situada en el primer cuerpo de la torre, quedó condenada a mediados del siglo XIX con la ubicación a los pies de la iglesia de la reja de la capilla mayor y la sillería del coro de la iglesia del convento de San Francisco.

La obra de acondicionamiento de este espacio supuso también la eliminación del coro alto y la construcción de una tribuna para colocar el órgano barroco sobre la puerta del lado del Evangelio.

La torre, centrada a los pies de la iglesia, es de planta cuadrada y cinco cuerpos. Fue reconstruida tras su ruina a principios del siglo XVIII, y rematada por Pedro de Sierra entre 1737 y 1738 con un campanario y linterna ochavada.